miércoles, 17 de septiembre de 2008

La Despedida...

Todos los días un poquito..así me voy a ir despidiendo. Y es que detesto las despedidas, la mirada nostálgica que implica que tus ojos no se van a encontrar con esos a los que estas mirando fijo por un largo, largo tiempo. No soporto los últimos contactos, las ultimas palabras...
Estoy matando despacito todo lo que siento y se supone que no debería sentir, pero que no puedo reprimir. Imagino como van a ser esos días en los que por más que llore, patalee, sueñe o desee que vuelva, no podré abrazarlo, ni verlo. Tal vez en fotos...tal vez ni siquiera inmóvil sobre un papel.
Hoy me hice más consciente de que es inevitable su ausencia...y lloré.
Ya no puedo escuchar una de mis canciones preferidas de Ismael Serrano, porque dice "el próximo avión que tomes, conmigo lo tendrás que hacer". Termina diciendo "el camino de regreso yo te lo recordaré". Pero estoy segura de que eso no va a pasar. Ni yo voy a subir a ese avión ni él, a su retorno, va a volver a mi.
Siento mucha impotencia. No puedo impedir que esto suceda. Es como vivir la vida sabiendo exactamente que día vas a morir. Y en vez de disfrutar de todas las cosas al máximo, sabiendo que no van a repetirse, todo se está tornando más y más difícil.
Estoy enojada, ¡si! ¿Por qué negarlo? No puedo soportar no tener el control de las situaciones, eso me desespera y empiezo a actuar impulsivamente, cosa que siempre me jugó en contra.
Esta tarde estuvo un poco acá y otro poco allá. Tuve la extraña sensación de que ya se había ido, a pesar de que unos escasos treinta centímetros nos separaban. Eso no me gustó.
Y no va a gustarme cuando los centímetros sean kilómetros, miles de ellos. Pero no puedo hacer nada más que empezar a dejarlo ir desde ahora, empezar a borrar recuerdos.
Estoy tan convencida de que voy a extrañarlo tanto que nada de lo que me propongo va a ser posible. Otra vez, como tantas veces en la vida, me encuentro parada en medio de una habitación con veinte puertas, y no se cuál de todas quiero abrir.
Tengo miedo...
Mais
j'attend pour guérir...

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