jueves, 19 de junio de 2008

“Sex o no sex...esa es la cuestión”

El sexo ES todo un fenómeno, ¿No les parece?.

Enfrenta permanentemente a la sociedad con la iglesia, trae problemas de pareja, los hombres se obsesionan con él, es el protagonista de extensos y consabidos debates sobre si hay que practicarlo antes del casamiento o no, por diversión o por amor, carga con una cantidad de canciones de artistas y géneros diversos que lo nombran y lo describen, es tema fundamental de un sábado a la noche con amigas.

Para mi, es como una ruleta rusa. Exactamente igual a jugar con un cuchillo, haciéndolo rodar por nuestros dedos, siempre conscientes de que podemos cortarnos. Pero la sensación que nos produce la incertidumbre de saber si finalmente vamos a abrirnos una herida o no, no permite que cesemos con esta conducta.

Adrenalina pura, el encanto y el sabor de lo peligroso.

Uno sabe que es una experiencia única, que causa los placeres que con otras prácticas es imposible alcanzar, pero el riesgo que implica disfrutarlo puede que nos convierta prematuramente en los fundadores de una “hermosa” pero no deseada familia. Sin embargo, casi la totalidad de las parejas menores de 25 años, no dejan de gozar de sus privilegios.

El adolescente es así, se excluye de todo-por llamarlo de algún modo- accidente, con la típica frase “eso les pasa a los b... que no tienen idea de nada, yo me manejo”.

El sexo ES un juego, en el cual ganan todos los que lo disfrutan a pleno sin hacer distinción de raza ni género o los que simplemente lo disfrutan con su pareja. Pero, varios, en algún determinado casillero del tablero, pierden. Y perder en este caso, implica tener que volverse responsable del resultado de este apasionante juego. En ese momento, se descubre que la adolescencia nos gano un turno y terminó de jugar antes de que nosotros nos diéramos cuenta.

Es curioso, porque en este pasatiempo gana el que no llega a la meta. Varios utilizan científicas y complejas estrategias. Pero no siempre estos artilugios son ventajosos.

Pasados los 30 años, es preciso correr a la meta, pero esa es otra historia.

Preguntémosnos ahora, ¿Vale la pena manchar con sangre la alfombra blanca sólo por ver el sensual vaivén del filo del cuchillo entre nuestros dedos?. Cada quién asume el riesgo.

El problema es que no todos logran asumir que las manchas de sangre no salen sólo con agua.

miércoles, 18 de junio de 2008

Mensaje de ensueño...

Anoche soñé que me convertía en madre de dos mellizas: Emma y Ángel.
Eran hermosas.Curiosamente rubias.No se parecían en nada a mi. El parto había sido una maravilla, indoloro, tal como un parto de ensueños. Madre soltera yo, las llevaba conmigo a todos lados. En lo que parecían seis segundos, mis "mellis" aprendían a hablar, a caminar. Vivíamos en una casa enorme, con mis viejos. Tenia un cuarto para mi y mis nenas.
Era feliz.

Fue muy raro verme acunando dos bebés, mirándolas con cara de "¡acabo de ser madre!". Por un momento me la creí. Las sentía conmigo,en mi pecho, reconocía sus vocecitas, lo suave de sus pieles cuando me acariciaban..fue raro, pero mágico.Ellas me amaban, incondicionalmente.

Cuando me desperté sentí ganas de volver a soñarlas, de volver a tenerlas. Y al instante tuve miedo, porque estaba deseando ser madre..¡¡YO!! que nunca en mi vida pude tener un bebé en brazos, porque me dan mucha impresión. No sé cómo hacer que un nene deje de llorar. Es más, cuando me aparezco ante un chico, soy el motivo de su llanto.
Pero anoche fue distinto...
Cada mañana (mejor dicho, mediodía) cuando me levanto, repaso mis sueños. Siempre los recuerdo e intento descifrarlos. Pero esta vez me dio miedo, en serio.

Igualmente, me senté y pensé...
Tal vez, lo que más me atrapó de esas criaturas fue la ternura con la que me miraban y el amor que me transmitían con sus ojitos, haciéndome consciente de que nunca iban a traicionarme, de que nunca iban a dejar de quererme, de que en sus vida, SIEMPRE, iba a ser la primera...la más importante...la mejor en lo mio...LA mujer.
Y es que todas soñamos con que alguien nos quiera así...
Creo que Emma y Ángel vinieron a devolverme, en sueños, lo que alguien alguna vez me quitó: La ilusión del amor incondicional...

martes, 17 de junio de 2008

Canción para mi Papá..

El viento a veces sopla demasiado fuerte
y le quiebra el tallo a la flor.
Le sacude tanto los pétalos
que se olvida dónde está el suelo.
Pero las raíces nunca se mueven,
siempre están ahí...
Sostienen a la flor por el tallo
y entonces ella ya no se quiere ir.
A veces piensa como serán los otros jardines
y que aromas hay
allí,
pero se acuerda de sus raíces y comienza a
sonreír.
Alguien la cuida más que nadie
y la ve crecer.
La resguarda del
frió y la noche
y además la vio nacer.
La flor a veces quiere crecer sola
y esconde sus maravillas del sol.
Entrecerrando sus pétalos se va a dormir en su mundo interior.
Cuando se pone muy triste (como hoy, por ejemplo),
despliega otra vez sus alas al sol.
Y las raíces le borran las cicatrices
y deja que le hagan cosquillas en el corazón.
Y vuelve aquel que la ve crecer,
le acaricia las hojas que la abrigan,
le
da la mano y le dice: no hay nada que temer,
nunca te olvides que yo estoy aquí. Papá vive por ti...
Y ella brilla para él, que la vio nacer.
Y ella vive para él, que la cuida al crecer.
Le debe toda la belleza de su ser.
Él le aparta las malezas para que se vuelva mujer..
Ella le promete no dejar de ser la flor que alegre su
jardín.
La flor que alegre su jardín..Papá yo también vivo por ti...


Esta canción se la escribí a mi viejo..y era su regalo del día de padre, lamentablemente me olvidé de ponerla en el bolso, asi que no pude llevársela...
TE QUIERO MUCHOOO..

lunes, 9 de junio de 2008

Y desapareció...

En el encabezado manifesté que quería compartir con ustedes mis columnas, crónicas y sueltos..pero esto es una entrevista! Después de todo el blog es mio..Corrijo entonces la introducción a este espacio..."Voy a compartir con ustedes lo que a mi se me dé la gana".
Esta es una entrevista imposible a Antoine de Saint-Exupéry...

“Los niños deben ser muy indulgentes con las personas mayores”

Por: Florencia Gaitán

Fue un viaje largo. Pensé que no iba a encontrarlo nunca. Su desaparición fue misteriosa, pero aún más lo fue su motivo. Muchos especularon y hasta un alemán confesó ser el culpable de ella. Por todo esto no me pareció raro que haya querido esconderse, desaparecer definitivamente. Sin embargo lo encontré donde siempre quiso estar y donde sospeché que estaría: en medio del desierto, justo debajo de la estrella donde vio a su pequeño amigo por última vez, donde espera ver al Principito nuevamente para reencontrarse y no dejarlo ir.

Se emocionó al verme llegar. Confesó que no hablaba con nadie desde hacia mucho tiempo. Y yo le confesé que siempre quise tener enfrente al “maestro de la vida”. Ansioso, pidió que comenzara con la primera pregunta y yo, haciéndole caso, me acerqué y pregunté.

-¿Por qué pediría perdón?

-“Pido perdón a los niños por haber dedicado “El principito” a una persona mayor”.” A lo largo de mi vida he tenido multitud de contactos con multitud de gente seria. Viví mucho con personas mayores y las he conocido muy de cerca; pero esto no ha mejorado demasiado mi opinión sobre ellas”.

-¿Se considera un niño todavía?

- “Es posible que yo sea un poco como las personas mayores. He debido envejecer”.

-¿Cuál es el problema con la gente adulta?

-“A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: ‘¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?’ Pero en cambio preguntan: ‘¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?’ Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las personas mayores: ‘He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado’, jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: ‘He visto una casa que vale cien mil francos’. Entonces exclaman entusiasmados: ‘¡Oh, qué preciosa es!’.

Son así. No hay por qué guardarles rencor. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas mayores”.

-¿Es posible evitar dedicarle tiempo a una mala persona?

-“De buenas semillas salen buenas hierbas y de las semillas malas, hierbas malas. Pero las semillas son invisibles; duermen en el secreto de la tierra, hasta que un buen día una de ellas tiene la fantasía de despertarse. Entonces se alarga extendiendo hacia el sol, primero tímidamente, una encantadora ramita inofensiva. Si se trata de una ramita de rábano o de rosal, se la puede dejar que crezca como quiera. Pero si se trata de una mala hierba, es preciso arrancarla inmediatamente en cuanto uno ha sabido reconocerla”.

-¿Qué me dice de los verdaderos amigos?

-“Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. No todos han tenido un amigo”

-¿Cuál es la clave para mantener una amistad?

- “ Eres responsable para siempre de lo que has domesticado.Si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo”.

-¿Cuál es la clave para que el amor sea eterno?

- “He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos”.

Con su célebre frase di por terminado el cuestionario. Se había emocionado. Miró al cielo, a la estrella que brillaba justo encima de nosotros y se rió. Entendí que recordaba al Principito. Tomé mi cuaderno y comencé a caminar, dejando atrás mis huellas en la arena y con ellas, toda mi infancia. Creo que, al igual que Saint-Exupèry, estoy empezando a envejecer. Me di vuelta para mirarlo por ultima vez. Y “Lo vi caer lentamente, como cae un árbol, sin hacer el menor ruido en la arena...”. Y entonces compendí todo. El momento del reencuentro con su estimado y pequeño amigo por fin había llegado. Esta vez, Antoine de Saint-Exupèry, desapareció para siempre.

jueves, 5 de junio de 2008

¿ Huele a tierra mojada?

Cuando uno esta durmiendo, suena el despertador y escucha la lluvia que golpea en el techo, este FENÓMENO se transforma automáticamente en la musa que lo invita a quedarse diez minutos más en la cama. Descubrimos que es la banda sonora perfecta para nuestros sueños: la cama se vuelve más calentita y cómoda, el sueño vuelve muy rápido y esos escasos diez minutos parecen ser una eternidad. Pero afuera, la vida continua. Y no todos piensan que la lluvia sea una maravilla...¿O si?.
Mientras llueve en la madrugada, una persona en una plaza intenta dormir en un banco y despliega una magnitud de diarios sobre su cuerpo para impedir que el agua le cale los huesos.

En el campo, un paisano mira al cielo y se emociona. Sabe que lo que esta cayendo no es sólo un líquido, si no más bien una bendición y un futuro para su familia.

Una estudiante espera en la parada del colectivo, intentando que su paraguas no permita que las gotas “danzarinas” alcancen el trabajo práctico que le llevo un mes realizar.

En un hotel, una pareja hace el amor con la ventana abierta mientras que la lluvia sigue el ritmo y la intensidad de sus respiraciones agitadas. Y son felices.

El señor de un puesto de diarios, todavía no despliega su arsenal y mira con recelo a los tres clientes que pasaron de largo, apurados por no mojarse.

Una abuela prepara tortas fritas con todo el amor del mundo para que sus nietos coman en el desayuno.

El tránsito, minuto a minuto se empieza a congestionar. Todos quieren estacionar en la puerta del trabajo, el colegio de los chicos, la universidad. Parece que los días de semana, la lluvia es ácida y quema.

Así y todo, algunos aprovechan para salir a correr por el parque o caminar. No pueden explicar la satisfacción que les produce sentir el frío del agua en la cara.

Los más agraciados (léase los que no tienen que estudiar ni trabajar y además tienen plata) saben que los días de lluvia son la jornada ideal para una buena sesión de shopping.

Mientras tanto, en un barrio muy humilde, un padre de familia sabe que los días de lluvia son la jornada ideal para volver a preocuparse por que sus hijos no sean alcanzados por ninguna de las tantas goteras que su modesto hogar posee.

Infinitas gotas, infinitas situaciones, infinitas emociones.

Todo esto sucedía mientras yo soñaba que afuera llovía, haciendo que mis diez minutos en la cama pasaran a ser tres horas; tres horas que estaban dedicadas a la producción de este texto y que le fueron arrebatadas, empapadas por un extraordinario chaparrón de sueños.